La primera vez que oí hablar del proyecto sobre las carreteras solares, fue en el 2010 y me pareció un fake como la invención del monopatín de Martin McFly de regreso al futuro que nos colaron hace unos meses (si, no lo neguéis vuestro corazoncito friki se ilusionó con la noticia, pensasteis que ya no faltaba nada para vernos con sables láser en plan Jedis a todos).
Pero han pasado los años y parece que el proyecto se va hacer realidad y no sólo en Estados Unidos, ya que otros países están desarrollando tecnologías similares como es el caso de Holanda.

Pero ¿Qué son las Carreteras Solares?
La idea nace del ingeniero Scott Brusaw y su mujer Julie, ambos concienciados con el medio ambiente que llevan más de una década desarrollando este proyecto. El objetivo del mismo es sustituir el asfalto de las carreteras por células fotovoltaicas de 30 x 30 cm modificadas para soportar el peso de los vehículos y con similar agarre capaces de acumular energía.
Cada célula fotovoltaica está dividida en tres capas, una primera compuesta por un material resistente y translúcido que permite el paso de la luz a través de él, esta capa además incluye sistemas de iluminación LED y sistemas calefactores. La segunda capa es la que contiene las células solares que permiten transformar la luz solar en energía y por último estás células están compuestas por una tercera capa donde se realiza la distribución de la energía, además de permitir el control de los sistemas LED y de calefactores.
Como bien explican sus creadores intentan utilizar la mayor cantidad de materiales reciclados que pueden durante todos los procesos de producción, ya que son conscientes del impacto que este tipo de materiales tienen sobre el entorno.

Las células están conectadas entre sí creando una malla la cual permite que si alguna de ellas deja de funcionar el sistema lo notifica para que se proceda a su remplazo, sin que el resto de ellas dejen de ser operativas. Se estima que la duración de las la células es de 21 años.
¿Cuáles son los beneficios de esta tecnología?
El primero y más obvio, es el aprovechamiento de la radiación solar que reciben diariamente las carreteras. La captación de toda esta energía solar puede reducir la dependencia de otras energías basadas en los combustibles fósiles.
La capacidad de estas carreteras de cargar los vehículos eléctricos que podría realizarse incluso en movimiento mediante la instalación de paneles de inducción.
Al contener sistemas calefactores las células que conforman las carreteras, en época de nieve evitarían la acumulación de la misma en la carretera, disminuyendo los problemas de circulación derivados de su presencia.
Además estas carreteras permitirán informar a los conductores del estado de la circulación, si se ha producido algún accidente y de los cortes por obras, mejorando así la seguridad vial.

¿Y los inconvenientes?
El precio de estas carreteras supera con creces al precio de las carreteras tradicionales con asfalto.
Además otro aspecto a tener en cuenta es el rendimiento de estas células solares, pues como bien sabemos no toda la radiación captada por los paneles se transforma en energía, en la actualidad los rendimientos de estas placas fotovoltaicas no llega al 20 %.
Ambos problemas se minimizarán a medida que se produzcan avances tecnológicos en este campo, puesto que permitirán no solo disminuir los costes de producción sino que también aumentaran la eficiencia de las placas solares. Además con los beneficios obtenidos por la energía solar captada por las carreteras solares estos costes se verán compensados y haciendo más rentable al proyecto.
A priori parece una idea un poco descabellada, de película de ciencia ficción, pero una vez que analizas el proyecto a fondo te das cuenta de que tiene muchas posibilidades y de llevarse a cabo puede suponer una revolución en el sector energético.
Está claro que todavía hay puntos que perfilar del proyecto, porque pese a las afirmaciones de sus creadores, tengo mis dudas sobre la resistencia de los paneles al peso de los camiones y la durabilidad de los materiales. Por otra parte el precio de producción de cada célula de 30 x 30 cm tiene unos costes muy elevados que ahora mismo no lo hacen nada rentable si lo comparamos con los costes de hacer una carretera de asfalto. Pero es un problema que se puede resolver mediante los avances técnicos y los beneficios que reportará la energía captada por estas carreteras.
Para terminar os dejo con el vídeo con el que publicitan el proyecto que es cuanto menos curioso:
Además de los documentos enlazados en el texto pueden leer más al respecto en los siguientes artículos:
– «La locura de las carreteras solares seduce a los inversores» en Teknautas.
– «EEUU instala sus primeras carreteras inteligentes que ayudarán a evitar accidentes» en Antena3.com
– «Carreteras solares en desarrollo» en yucatan.com.mx
– «La primera carretera solar arranca en EEUU» en La razón.
– «Carreteras solares – Solar Roadways» en madridmas
– «La increíble carretera solar más cerca de la realidad» en ABC.es
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