
Cada vez con más frecuencia somos muchos los que nos planteamos la posibilidad de invertir en el desarrollo de energías renovables, bien como negocio o para poder utilizar este tipo de energía. En numerosas ocasiones, esto no es del todo factible sino es a través de la financiación,debido al alto coste económico.
La inversión en energías renovables no es barata, ni mucho menos, incluso aunque solo quieras ponerte unas pocas placas solares (siendo por cierto en mi opinión la inversión ideal a largo plazo), pues el precio de las mismas es muchas veces desorbitado y se necesita una gran inversión inicial que tarda en recuperarse.
El único aspecto positivo es que este año el precio de las placas fotovoltaicas se ha visto reducido pues hace unos años era prácticamente imposible poder acceder a ellas. Por otro lado el avance de la tecnología ha tenido como resultado la fabricación de placas fotovoltaicas con una mayor eficiencia en la obtención de energía, por lo que se generan más beneficios y se acortan los plazos de amortización de la inversión.
Cuando hablo de instalación fotovoltaica pequeña, me refiero a una instalación que permita a una casa ser autosuficiente energéticamente.

Este tipo de inversiones son cada vez más frecuentes, aunque en los últimos años debido a las políticas energéticas aplicadas por el Gobierno su rentabilidad haya favorecido considerablemente el monopolio de las empresas eléctricas.
Como ya he comentado antes, el coste de la inversión es bastante alto, por lo que si estás pensando en invertir en energías renovables tendrás que recurrir a la financiación, actualmente existen varios tipos, dependiendo de si se trata de una financiación de uso particular o una inversión empresarial. No es la misma financiación la que puede necesitar una empresa que necesita pongamos un millón de euros para un parque fotovoltaico o la que necesita un particular que sólo quiere poder tener su propia energía a través del autoconsumo.

Vías de financiación en la inversión renovable. A continuación, te explico tres opciones de financiación posibles:
Si lo que buscamos es una financiación pequeña para uso particular (entre 6.000 y 10000 euros que es lo que cuesta una instalación de autoconsumo), mi recomendación es clara, pide un préstamo bancario personal normal y corriente como el que puedes pedir para comprarte un coche por ejemplo. Los bancos y las financieras por norma general no suelen tener préstamos destinados a este tipo de producto.
El inconveniente de firmar estos préstamos es claro, tendremos que pagar la financiación junto con los intereses aplicados por la financiera, comisiones, etc…Lo ideal como en cualquier otra necesidad financiera es no necesitar pedir prestado, pero siendo realistas esto no siempre es posible. Muy pocas son las personas que se pueden permitir este tipo de inversión sin necesidad de acudir a financieras.
Además si hacemos un buen uso de ellas tampoco tiene que ser una mala opción pues entre otras cosas nos sirve también para desgravar impuestos en la declaración de la renta que en los tiempos que corre nunca viene mal.

Como alternativa a la financiación bancaria podemos también conseguir préstamos personales a través de las financieras entre personas.
Este tipo de organizaciones funcionan a través de personas o inversores los cuales invierten según una rentabilidad determinada. Funcionan de manera similar que los bancos solo que sin ser banco. Es una alternativa a la financiación bancaria siendo además préstamos completamente diferentes.
Si tuviera que elegir alguna de estas opciones sin duda me quedaría con el Santander (banco) al tener préstamos para estas inversiones y Grupo Avanza (financiación privada) por las alternativas y variedad de créditos que nos ofrece.
Por supuesto tenemos otras vías para financiar nuestra instalación como son establecimientos financieros de crédito y otras financieras, pero estas dos en mi opinión serian las primeras a considerar.
¿Y si se trata de una inversión empresarial en renovables? No sé si te acordaras, pero hace menos de 5 años hubo un autentico boom en este tipo de inversiones debido a las ayudas y subvenciones que otorgaba el anterior gobierno. Subvenciones y ayudas que de un plumazo desaparecieron con el cambio de gobierno causando enormes pérdidas a las empresas que habían invertido su capital en dichos proyectos de negocio. Lo que ha llevado a este colectivo a denunciar ante los tribunales a la actual administración por el incumplimiento de lo establecido en las ayudas y subvenciones pactadas.
De hecho, lo más parecido al boom inmobiliario en España desde la crisis del 2007 fue el boom de las energías renovables. De hecho, este boom de las energías renovables produjo una burbuja ficticia creada a partir de una rentabilidad que dependía en un gran porcentaje de las subvenciones y ayudas que daba el Estado. Por lo que una vez estalló la misma los más afectados fueron los que se plantearon esta inversión como negocio, al estar centrados en el beneficio económico que generaría el uso de estas energías, al contrario que aquellos que lo hicieron por convicciones personales (como una forma de ayudar a la conservación del medio ambiente), a los cuales les interesaba más el beneficio ambiental.

Con esto no pretendo negar que las ayudas y subvenciones fueran una herramienta necesaria para fomentar la implantación de las energías renovables en España, pero si bien y tal como se ha visto, no se puede fundamentar todo el sistema en la existencia de las mismas.
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