Aunque parezca un cuestión baladí, o de “perogrullo” si le preguntáis a vuestros abuelos, determinar la responsabilidad de los bosques en las lluvias puede tener implicaciones muy serias a largo plazo. Si se cumple la teoría de la «Bomba biótica», que los científicos rusos Anastassia Makarieva y Víctor Gorshko propusieron en 2006, solamente la presencia de los bosques explicaría por qué llueve en zonas alejadas de las costas tropicales.
Podría haber nacido una nueva ciencia, la medicina aplicada al biotopo, la medicina aplicada a la misma tierra.

La teoría de la Bomba Biótica intenta esclarecer fenómenos como el que ocurre en la zona amazónica que no son capaces de ser definidos con exactitud por los modelos climáticos existentes. Los Modelos de Circulación Global no consiguen reproducir el ciclo del agua en el Amazonas. Mientras que si sumamos los efectos de la teoría de la Bomba Biótica nos dan cifras más ajustadas a las reogidas en estudios de campo, como defiende el biogeoquímico brasileño Antonio Donato Nobre.
La Bomba Biótica explica que el mayor impulsor de los vientos es la capacidad de los bosques para condensar la humedad. Las plantas, al transpirar, liberan vapor de agua a la atmósfera. Cuando este vapor se va elevando se enfría y forma nubes. Estas nubes, al condensarse en forma de lluvia, disminuyen su volumen, succionando el aire que hay en las capas inferiores. Este aire succionado arrastra más aire húmedo de la superficie del mar, o de la misma capa forestal. De esta forma serían las propias plantas las que atraerían la lluvia, como se puede observar en la siguiente figura:

En el diagrama podemos ver el funcionamiento de la Bomba Biótica, explicado por Sheil y Murdiyaso en 2009, en diferentes situaciones:
- a) Bajo un fuerte sol los bosques evaporan más agua que los océanos.
- b) En los desiertos la evaporación es baja y el aire es aspirado hacia los océanos.
- c) En climas estacionales la evaporación de los bosques será mayor sólo en verano.
- d) Con pérdida de bosques la evaporación de estos puede llegar a no compensar la evaporación marina, y esta absorber el aire frio volviendo la tierra árida.
- e) En continentes húmedos, la cubierta del bosque sigue manteniendo alta la evaporación y atrae de la costa grandes cantidades de aire húmedo.
Como escriben los propios Sheil y Murdiyarso: «Si sobrevive esta teoría, dicha idea va a transformar la manera en que vemos la pérdida de los bosques, el cambio climático, la hidrología y los servicios ambientales”.
Y es que la teoría de la Bomba Biótica ha levantado ampollas, y ha suscitado un debate científico que se agudizó en 2009 con la nueva publicación de Makarieva, Gorshkov, D. Sheil y otros, en la que sentaron las bases físicas de su teoría. Aunque como bien dice Sheil: “Técnicamente esta teoría no tiene relación con la física del calentamiento global. El mecanismo es distinto e independiente.”
Es interesante concluir reflexionando a cerca de las implicaciones de esta teoría y los futuros campos de investigación que sugiere para poder hacer habitables zonas de nuestro planeta que ahora no son más que desiertos.

Además de los documentos científicos enlazados en el texto pueden leer más al respecto en los siguientes artículos en inglés y castellano:
– «La nueva teoría sobre la lluvia tropical divide a los científicos: la bomba biótica.» Tiempo.com
– «Los bosques provocan las lluvias y no a la inversa.» Tendencias21.com
– «Controversial research outlines physics behind how forests may bring rain» News.mongabay.com
– «Forests as rainmakers: CIFOR scientist gains support for a controversial hypothesis» Blog.cifor.org
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